sábado, 6 de octubre de 2012

¿Dónde quedaron todas esas promesas?




No sé ni por dónde empezar...
Crees que conoces a la gente, y un tiempo después te das cuenta de que todo, o casi todo, estaba basado en una gran mentira; en un gran sueño que tú misma te empeñaste en hacer realidad... Confías secretos y te los confían a ti, comienzas a construir algo que crees que es verdad. Pero llega un día. Un día que en el fondo sabías que llegaría, pero mantenías la esperanza de que no fuera así... la esperanza nunca se pierde, ¿no?
Pasa un verano y todo empieza a ser diferente. Completamente distinto. Piensas que es tu imaginación, no le das importancia, hasta que empieza a adquirirla por sí solo... ¿Realmente eres tan ingenua de caer dos veces con la misma piedra? ¿De levantarte y continuar, sabiendo que volverás a tropezar y te darás otro trompazo contra la dura, fría y cruel realidad? Sigues manteniendo la esperanza, aún conociendo el final...
Karma, ¿y mi recompensa? Dar y recibir... ¡Ja! Años y años dando, para recibir una torta en la cara, un puñetazo al estómago y una patada en la espinilla...
Realmente, el final siempre es el mismo. Y es que todo lo bueno acaba, aunque cuando te pones a pensar, ¿realmente fue bueno? Sí, claro que sí, pero ¿cómo de bueno? ¿Lo suficiente como para calificarlo como tal? Puede...
Es increíble cómo puede cambiar alguien en un verano, o quizá venía de antes, quién sabe...
Tú quieres que sea real, lo intentaste al menos, no te diste por vencida. Pero la cuestión es cuándo comenzó a dejar de ser un sueño para convertirse en una pesadilla, ¿dónde quedaron todas esas promesas?

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