martes, 16 de agosto de 2011

Un mundo.

Vivo en un mundo en el que más popular es el que más se parezca a los demás. Vivo en un mundo en el que el débil y frágil es el diferente. Vivo en un mundo en el que las chicas exhiben su cuerpo para llamar más la atención. En el que los jóvenes beben y fuman para ser reconocidos entre la multitud. En el que si hay alguien que no sigue a los demás es rechazado. ¿Realmente nos gusta este mundo? Un mundo distinto al que era. Que tanto ha cambiado. En el que el que saca buenas notas no es nadie, y el que repite curso es Dios. ¿Por qué pasamos a ser tan superficiales?
Vivo en un mundo en el que si no te has besado con nadie a los 15 años eres una estrecha. En el que si no exhibes tu cuerpo con escotes hasta el ombligo y cinturón de falda, eres una "monja". En el que si piensas de forma diferente te miran mal por la calle. En el que tienes que tener faltas de ortografía porque si no eres una "sabelotodo". En el que tienes que intentar parecerte a los demás para ser alguien. En el que si tienes un poquito de cabeza eres una "listilla". En el que en las fotos tienes que parecer un maniquí. En el que en las redes sociales tienes que tener más de 500 amigos, porque si no eres una "Forever alone". En el que te juzgan por tus sentidos musicales y por tu apariencia hacia los demás. ¿Por qué?
Vivo en un mundo en el que se hace todo lo posible por destacar aunque se haga daño a los demás, aunque los conozcas de toda la vida, aunque sean tus amigos... En el que si eres amigo de alguien que no destaca ya no eres nada. En el que ya no se puede confiar en nadie.
Odio este maldito mundo. Un mundo que ya no es un mundo.

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